Cuando se habla de la vitamina E, debemos destacar que es la vitamina de la belleza, de la mujer, pero principalmente es la vitamina de la vida. Esto se debe a su papel más importante; el de mantener protegido nuestro organismo de los terribles radicales libres.
Los mayores deterioros que nos causan los radicales libres, son los daños a la piel especialmente el envejecimiento de manera acelerada que se reflejan en arrugas y manchas oscuras.
Es importante resaltar que los radicales libres son el resultado de un oxígeno reactivo y allí comienza el daño a nuestras células; creando un alto riesgo de desarrollar muchas enfermedades y aumentando el gravedad de trastornos en todos los sistemas.
Por eso es importante mantener los antioxidantes en el cuerpo, porque ellos pueden neutralizar el efecto de estos enemigos de la función celular. De ahí la importancia de la vitamina E que sin duda es la mejor antioxidante.
Los antioxidantes actúan como un perfecto limpiador en contra de las moléculas dañadas dejando así una reparación y restauración de los tejidos a nivel profundo.
La vitamina E, además de ser un excelente antioxidante, actúa muy bien en la prevención de las enfermedades del corazón y de los vasos sanguíneos.
Quienes han estudiado a la vitamina E consideran que sus deficiencias en nuestro cuerpo nos pueden generar:
Cansancio, fatiga, trastornos en el sistema nervioso, calambres, debilidad muscular, pérdida de cabello, piel y cabello opaco entre muchas otras afecciones.
Es por eso que debemos mantener siempre en nuestro organismo los principios activos de la vitamina E, que los podemos encontrar en algunos alimentos como lo son:
Las nueces, las almendras, las avellanas, el aceite de soya y la espinaca.
Prevenga la aparición de arrugas prematuras, evite envejecer de manera acelerada y protéjase de los radicales libres con el consumo regular de la vitamina E. La vitamina de la Vida.