COLÁGENO
El ser humano recién nacido, posee toda la cantidad de colágeno que se requiere para formar huesos, articulaciones, tejidos, ligamentos y tendones, cabello, uñas y por supuesto, el órgano más extenso: La piel.
A partir de los 25 años, la proteína de colágeno que nuestro cuerpo produce empieza a disminuir; sin embargo, sigue siendo la proteína más abundante del organismo, pues representa entre el 20 y el 30% de las proteínas totales de un adulto promedio.
El colágeno ejerce beneficios inmensos en la salud: En casos de Artritis Reumatoide, osteoartritis, artritis juvenil y gota, esta proteína tiene la capacidad de disminuir el dolor, la inflamación y la rigidez que normalmente acompañan a estas dolencias.
Igualmente, la proteína natural del colágeno, interviene en la reparación de cartílagos desgastados, fortalece huesos, articulaciones y uñas; razón por la cual se administra, con excelentes resultados, en tratamientos indicados a personas mayores.
Las Células de la proteína de colágeno, dependiendo el tejido en el cual se encuentren, se unen entre sí, formando fibras, las cuales dan firmeza a los tejidos.
Esto explica por qué una persona joven y sana, goza de un cuerpo firme y una piel tersa, suave, sin arrugas. Otras bondades del colágeno son: la ayuda que brinda para cicatrizar heridas, el fortalecimiento del cabello y hasta la recuperación del cuerpo después del ejercicio.