Es un árbol originario del norte de la india. Se cultiva en Asia Menor y en el Himalaya.
La corteza del castaño de indias es útil para bajar fiebres y como antirreumático. Tradicionalmente se ha usado como antinflamatorio, tonificante del sistema venos, para mejorar la microcirculación y aún para agrandar la inflación o agrandamiento de próstata.
Gracias a sus propiedades y componentes, el castaño de indias es el mejor recurso relacionado con problemas venosos y vasculares en general.
Debido a sus maravillosos componentes antiinflamatorios, es unas de las mejores alternativas para tonificar venas, arterias y capilares, evitando la formación de edemas y aumentando la resistencia de los vasos sanguíneos.
Por ser un maravilloso venotónico, el castaño de indias, consumido y aplicado habitualmente, previene la formación de várices inflamadas y en caso de que estén enfermas, reduce la dilatación de las mismas, evitando las úlceras varicosas, un estado delicado al cual puede llevar esta dolencia, si no se trata adecuadamente.
El castaño es un preventivo eficaz para personas con problemas de mala circulación, que trabajan de pie o en etapa de embarazo.